jueves, 24 de junio de 2010

Predicaciones evangelísticas

Si aún no has recibido a Cristo como tu Salvador personal o no sabes qué es la salvación, te invitamos a escuchar los siguientes mensajes, te harán tomar una decisión que cambiará tu vida:

1. Poder para cumplir

http://tu.tv/videos/poder-para-cumplir

2. Las cuatro leyes espirituales

http://tu.tv/videos/las-4-leyes-espirituales

Predicaciones de Proverbios

De un total de 73 predicaciones, te compartimos sólo 41, pues lasprimeras no fueron grabadas. Son temas prácticos y de actualidad, todos con base en el libro de Proverbioshttp:

Escúchalas todas el línea y/o bájalas aquí mismo o en los link de abajo

http://www.divshare.com/download/16207896-030



1. El fin de la soberbia

2. Nuestras emociones

3. ¿Qué clase de esposa eres?

4. La obediencia de los hijos

5. La realidad del pecado

http://www.mediafire.com/?2y52z4cm5c6e0sc

6. El valor de la verdadera amistad

http://www.mediafire.com/?djfz0rle90q67ih

7.La honra de la vejez

http://www.mediafire.com/?7qr30e02tinn0ee

8. Capacitados para perdonar

http://www.mediafire.com/?g4dde4ghzly4cqx

9. De victoria en victoria

http://www.mediafire.com/?awmhw3o09zh243k

10. Lo que más agrada a Dios

http://www.mediafire.com/?awmhw3o09zh243k

11.Estorbos en la oración

http://www.mediafire.com/?sxeox9c2vo1dldn

12.En qué depositamos la confianza

http://www.mediafire.com/?jxf2dmr6ec2rhtl

13. Honremos nuestras palabras

http://www.mediafire.com/?1449o4ax28ez4u4

14. Cómo mejorar nuestras relaciones

http://www.mediafire.com/file/6p2d10p5eu0p0x1/36Cómo mejorar nuestras relaciones.mp3

15. Observados permanentemente

http://www.mediafire.com/file/2vwzyear3mzzoaw/37Observados permanentemente.mp3

16. La venganza

http://www.mediafire.com/file/njpuwtr4dktnwr8/38La venganza.mp3

17. Una vida amada o aborrecida

http://www.mediafire.com/file/h9wn7pc4et0b5yq/41Una vida amada o aborrecida.mp3

18. Nuestros tratos comerciales

http://www.mediafire.com/file/dwkvzms6vo6sh5g/42Nuestros tratos comerciales.mp3

19. Qué proyectos de vida tienes

http://www.mediafire.com/file/ljb3hnvro1qbw7i/43Qué proyectos de vida tienes.mp3

20. Dos destinos diferentes

http://www.mediafire.com/file/b786pz5s6th5ks2/45Dos destinos diferentes.mp3

21. Celo por Dios

http://www.mediafire.com/file/iymo0afax3w7fmi/46Celo por Dios.mp3

23. ¿Qué tiene de malo?

http://www.mediafire.com/file/e866pyq9779pk06/47Que tiene de malo.mp3

24. No nos dejemos llevar

http://www.mediafire.com/file/xewhmznahcjx48h/48No nos dejemos llevar.mp3

25. Alimento para el alma

http://www.mediafire.com/file/u3bbiyr52e022az/50alimento para el alma.mp3

26. El mejor empleado

http://www.mediafire.com/file/0o4bpr6rr4j98r4/51el mejor empleado.mp3

27. Caminando sobre las tormentas

http://www.mediafire.com/file/qtdpcjln9cr0w48/52Caminando sobre las tormentas.mp3

28. Corrige tu camino

http://www.mediafire.com/file/csjefq7fp6yhq0e/54Corrige tu camino.mp3

29. busquemos consejeros

http://www.mediafire.com/file/v36klnis6iao4xq/57Busquemos consejeros.mp3

30. Evita la ruina

http://www.mediafire.com/file/w569ufc5j6y6t64/58Evita la ruina.mp3

31. Purifica tu vida

http://www.mediafire.com/file/ov3zkj78bvmcs7a/59Purifica tu vida.mp3

32. No des la vuelta otra vez

http://www.mediafire.com/file/m4sjcll4rk878pf/61no des la vuelta otra vez.mp3

33. Como médicos nulos

http://www.mediafire.com/file/taqkaz8og3gi89o/62Como médicos nulos.mp3

34. ¿Tuve suerte?

http://www.mediafire.com/file/qd4e43y7pq8mf2b/63Tuve suerte.mp3

35. El odio

http://www.mediafire.com/file/igau4iurhsgqtx4/64El odio.mp3

36. El simple vs. el avisado

http://www.mediafire.com/file/h7x97xhwh9j6ogs/65El simple vs el avisado.mp3

37.El futuro de los hijos

http://www.mediafire.com/file/9xp8pv1vy90i1ho/69_el futuro de los hijos.mp3

38. La necedad

http://www.mediafire.com/file/451e5d797ei8o34/70_la necedad.mp3

39. Dios y los sabios

http://www.mediafire.com/file/mw17c51non1huh0/71Dios y los sabios.mp3

40. Cuidado con el chismoso

http://www.mediafire.com/file/b3n5qxfd7raijn7/72Cuidado con el chismoso.mp3

41. Si Dios quiere

http://www.mediafire.com/file/j66p3vrmgkttz1z/73Si Dios quiere.mp3

Serie de predicaciones de la obra misionera

La tarea primordial de la iglesia es la predicación del evangelio a todo el mundo, esta serie de mensajes es un reto para ocuparnos enla tarea que nos dejó el Señor Jesucristo

Puedes escucharlas en el siguiente link



Puedes bajarlas en los siguientes links


1.Acción misionera

http://www.mediafire.com/file/fen8m6mginomo95/1Accion misionera.mp3


2.Las misiones en el plan eterno de Dios

http://www.mediafire.com/file/u57qu6t1axy49e8/2Las misiones en el plan eterno de Dios.mp3


3. Las misiones, tema predominante de la Biblia

http://www.mediafire.com/file/m15apdpg4sn1kug/3Las Misiones, tema predominante de la Biblia.mp3


4. Las primeras referencias escriturales del plan misionero

http://www.mediafire.com/file/ldhqva8db8b3a88/4Las primeras referencias escriturales del plan misionero.mp3

5. Una promesa de alcance mundial

http://www.mediafire.com/file/uovjczu7jmc38oh/5Una promesa de alcance mundial.mp3


6. Un panorama general de las misiones en al A.T.

http://www.mediafire.com/file/7h7g4b978d905lk/6Un panorama general de las misiones en en AT.mp3

7. El poder para la tarea misionera

http://www.mediafire.com/file/v7at4fy8j46qtab/7El poder para la tarea misionera.mp3

8. El enemigo de la obra misionera

http://www.mediafire.com/file/krtdntyx6wyt2rh/8El enemigo de la obra misionera.mp3

9. Nuestra armadura para avanzar en la obra misionera

http://www.mediafire.com/file/79g5x26uq37a6u1/9Nuestra armadura para avanzar en la obra misionera.mp3

10. Impactemos al mundo con el evangelio

http://www.mediafire.com/file/afyn1dwxvojbfuc/10Impactemos al mundo con el evangelio.mp3

11. Jesucristo y el trabajo misionero

http://www.mediafire.com/file/hk5rzspardcczju/11Jesucristo y el trabajo misionero.mp3

12. El ejemplo misionero de las primeras iglesias

http://www.mediafire.com/file/tqnq54mqy50ak19/12El ejemplo misionero de las primeras iglesias.mp3

13. El ejemplo misionero del apóstol Pablo

http://www.mediafire.com/?izju2ztojyy

14. La pasión misionera de Pablo

http://www.mediafire.com/?4ydoyzkzjjavwua

15.¿Tienes mentalidad misionera?

http://www.mediafire.com/?fk6iu47919qdkdw

16. El llamado al ministerio pastoral o misionero

http://www.mediafire.com/?ulezar1a2xjaari


17. Las virtudes de un futuro predicador o misionero

http://www.mediafire.com/file/n9nh3nkrq67i4t9/17Las%20virtudes%20de%20un%20futuro%20predicador%20o%20misionero.mp3

18.La oposición al llamado misionero mundial

http://www.mediafire.com/file/e0w1yhgvptj4vvd/18La%20oposici%F3n%20al%20llamado%20misionero%20mundial.mp3

19.Razones inválidas para no ir al campo misionero

http://www.mediafire.com/file/y53ldwn44zzp37j/19Razones%20invalidas%20para%20no%20ir%20al%20campo%20misionero.mp3

20. El financiamiento de la obra misionera

http://www.mediafire.com/file/ve2mk27rfs902w1/20El%20financiamiento%20de%20la%20obra%20misionera.mp3

21. El elemento fundamental para la obra misionera

http://www.mediafire.com/file/15z83d060xbpk1l/21El%20elemento%20fundamental%20para%20la%20obra%20misionera.mp3

22.Una iglesia, la meta final del trabajo misionero

http://www.mediafire.com/file/t29p0scydcjj3rt/22Una%20iglesia%2C%20la%20meta%20final%20del%20trabajo%20misionero.mp3

Series de predicaciones del Salmo 119

Te invitamos a escuchar nuestras series de predicaciones

Serie 1.Salmo 119


El Salmo 119 es un capítulo extraordinario y de mucha actualidad, a través de 63 mensajes escucharás como la Palabra de Dios anima conforta, consuela, reprende y se aplica a cada momento de tu vida.



Te invitamos a escuchar toda la serie, sin duda te será de mucha bendición, te Aseguramos que antes no lo habías estudiado con tanto detalle.

1. Como ser bienaventurado (v.1-3)

http://www.livevideo.com/video/AEFCA15CCB264B5FBBE2E91CD3185717/1-como-ser-bienaventurado.aspx

2. Un mensaje claro (v.4-6)

http://www.livevideo.com/video/643C48DAE9034BC8B98B3D4D9F2C1CF0/2-un-mensaje-claro.aspx

3. Decisiones Sabias (v.7-8)

http://www.livevideo.com/video/0412006B2BFC49FEB186CF3C74F2190B/3-sabias-decisiones.aspx

4. La pasión de un corazón sabio (v. 9-1)

http://www.livevideo.com/video/D218F3037A194FF29D38C51D3C684EAF/4-la-pasi-n-de-un-coraz-n-sabi.aspx

5. Necesidades de una vida cristiana saludable (v.11-16)

http://www.livevideo.com/video/F921E87FD0444EEABBD500EA4693C5A7/5-necesidades-de-uan-vida-cris.aspx

6. Actitudes mejor para aprender (v.17-19)

http://www.livevideo.com/video/295213B000D4470D8015D57960FEF632/6-actitudes-para-aprender-mejo.aspx

7. El clamor del alma (v. 20)

http://www.livevideo.com/video/B4D9561AFDFF44C882B7348D6BF92EFB/7-el-clamor-del-alma.aspx

8. Afrontando la vida sin temor (v.21-24)

http://www.livevideo.com/video/45BA0FABEF4E4D5596D3B18161DBB329/8-afrontando-la-vida-sin-temor.aspx

9. Un alma abatida (v.25-27)

http://www.livevideo.com/video/C938F21F966547C8846C17463D403DA0/9-un-alma-abatida.aspx

10. La ansiedad del alma (v.28-29)

http://www.livevideo.com/video/5511E233C73D4A919F0E6DA314F94A18/10-la-ansiedad-del-alma.aspx

11. Decisiones firmes (v.30-32)

http://www.livevideo.com/video/3B3B2E0973174B52914893A9D854143F/11-decisiones-firmes.aspx

12. Comprometedora una oracion (v.33-35)

http://www.livevideo.com/video/F07F8BDACBD2486FAB574DBE7CFE957F/12-una-oraci-n-comprometedora.aspx

13. Rechazando lo incorrecto (v.36-37)

http://www.livevideo.com/video/08D4C4042BDE4855A12EB1BCA81ACFC1/13-rechazando-lo-incorrecto.aspx

14. Reafirmando la confianza (v.38-40)

http://www.livevideo.com/video/FAC83A0056634CC4A6D99FF2E1C8E0A9/14-reafirmando-la-confianza.aspx

15. Tres deseos fervientes (v.41-43)

http://www.livevideo.com/video/0AC8F6F4E503488B895D998A0284CFFD/15-tres-deseos-fervientes.aspx

16. Un pacto de fidelidad (v.44)

http://www.livevideo.com/video/7235ED22C5F7498D9054B20CD93843DA/16-un-pacto-de-fidelidad.aspx

17. El resultado de confiar en Dios (v.45-48)

http://www.livevideo.com/video/6DC80ED4D2C24D92942BBDC07405C538/17-el-resultado-de-confiar-en-.aspx

18. La utilidad de las Escrituras (v.49-51)

http://www.livevideo.com/video/BC1736F8E6E94F7FA2CC892EB5C76CD4/18-la-utilidad-de-las-escritur.aspx

19. actitudes en la vida cristina (V.52-56)

http://www.livevideo.com/video/EF873C02E60144EB9705A952378E6C98/19-actitudes-en-la-vida-cristi.aspx

20. Las Cualidades de quien ama a Dios (v.57-60)

http://www.livevideo.com/video/76319084FEC045F18848D2919C0877DC/20-las-cualidades-de-quien-ama.aspx

21. Sin excusas (V.61)

http://www.livevideo.com/video/92DAF5F568AE4B459F1488DCEAA93937/21-sin-excusas.aspx

22. Cómo cuidar nuestra vida espiritual (v.62-64)

http://www.livevideo.com/video/0A5BBDD52E6A4F72804221778F7E0404/22-c-mo-cuidar-nuestra-vida-es.aspx

23. Atributos de Dios (v.65-68)

http://www.livevideo.com/video/C8B35F308E0046548AA71EE5B49BC2C5/23-atributos-de-dios.aspx

24. Todo lo contrarios (v.69-72)

http://www.livevideo.com/video/92816A6765E9449CBC5BF6BC856E9216/24-todo-lo-contrario.aspx

25. El don de la vida (v.73)

http://www.livevideo.com/video/E05F992897B54680BCF0F1528CE7F115/25-el-don-de-la-vida.aspx

26. Para ser de bendición (v.74)

http://www.tu.tv/videos/26-para-ser-de-bendicion

27. Un refugio seguro (v.75-777)

http://www.tu.tv/videos/27-un-refugio-seguro

28. Busquemos la protección de Dios (v.78-79)

http://www.tu.tv/videos/28-busquemos-la-proteccion-de-dios

29. Peticiones especiales (v.80)

http://www.tu.tv/videos/29-peticiones-especiales

30. Esperanza enmedio delquebranto (v.81-83)

http://www.tu.tv/videos/30-esperanza-en-medio-del-quebranto

31. Manso y humilde de corazón (v.84-87)

http://www.mediafire.com/file/33e3s264aro193y/31_Manso y humilde de corazón.mp3

32. Un hombre de compromiso (v.88)

http://www.tu.tv/videos/32-un-hombre-de-compromiso

33. Todo espermanente (v.89-91)

http://www.tu.tv/videos/33-todo-es-permanente

34. El poder de la Palabra de Dios

http://www.mediafire.com/file/auk5rr57i2o2n5z/34El poder de la Palabra de Dios.mp3

35. Las conclusiones de un corazón diligente

http://www.mediafire.com/?xa1ku98buwtubu2

36. Sabiduría de lo alto

http://www.mediafire.com/file/21w682w9prp12ak/36Sabiduría de lo alto.mp3

37. Una vida nueva

http://www.mediafire.com/file/e9jd4npizmhedl3/37Una vida nueva.mp3

38. Luz, en medio de las tinieblas

http://www.mediafire.com/file/4uqbkkpsnhdqci4/38Luz, en medio de las tinieblas.mp3

39.

40. Nada termina

http://www.mediafire.com/file/megt5vknvr3x5wr/40Nada termina.mp3

41. Cómo cuidar nuestro corazón

http://www.mediafire.com/file/4aai3rvxayxf277/41Como cuidar nuestro corazon.mp3

42.La justa disciplina de Dios

http://www.mediafire.com/file/9fjdah7d0lgfzdn/42La justa disciplina de Dios.mp3

43. La base de la oración

http://www.mediafire.com/file/uc2wsjuar2c3o8d/43La base de la oracion.mp3

44. Los deseos de un buen siervo de Dios

http://www.mediafire.com/file/asgdfg2677qgzoc/44Los deseos de un buen siervo de Dios.mp3

45. Luz en el camino

http://www.mediafire.com/file/rq6bs40r5mffsok/45Luz en el camino.mp3

46. Dependencia absoluta

http://www.mediafire.com/file/4a46ax76wdy1jlm/46Dependencia absoluta.mp3

47.El rostro y la Palabra de Dios

http://www.mediafire.com/file/hudj549k2xbs43h/47El rostro y la palabra de Dios.mp3

48. Celo por Dios

http://www.mediafire.com/file/4najuho6gv47vvx/48Celo por Dios.mp3

49. Un Dios justo

http://www.mediafire.com/file/wgywearo5hrlrhz/49Un Dios justo.mp3

50. Sin ninguna duda

http://www.mediafire.com/file/31d4aa3au1tlxix/50Sin ninguna duda.mp3

51. Librado en justicia por la Palabra de Dios

http://www.mediafire.com/file/1yc56hdbqor66r1/51Librado en justicia por la palabra de Dios.mp3

52. Una oración bien dirigida

http://www.mediafire.com/file/nldeigct9uqxe3h/52Una oración bien dirigida.mp3

53. Confianza plena

http://www.mediafire.com/file/6hzbsz97j2b7knb/53Confianza plena.mp3

54. Involucrando a Dios

http://www.mediafire.com/file/whr3yb6nbq5h1ni/54Involucrando a Dios.mp3

55. Rompiendo relaciones

http://www.mediafire.com/file/irg12e1cciwhbd7/55Rompiendo relaciones.mp3

56. Qué pesa más

http://www.mediafire.com/file/h5jv85ae52bxbg5/56_que pesa mas.mp3

57. Razones para alabar a Dios

http://www.mediafire.com/file/vd9wyjhcb6vgppn/57Razones para alabar a Dios.mp3

58. La paz de Dios

http://www.mediafire.com/file/65pxh4c66ep6pgh/58La paz de Dios.mp3

59. Ante los ojos del Señor

http://www.mediafire.com/file/7coja45jofwh7vd/59_Ante los ojos del Señor.mp3

60. La necesidad de ser escuchado

http://www.mediafire.com/file/54ycw8dogfeqgco/60_La necesidad de se escuchado.mp3

61. Abramos nuestros labiso con sabiduría

http://www.mediafire.com/file/zb82g3ynzqdqrfv/61Abramos nuestros labios con sabiduría.mp3
62. La primera opción

http://www.mediafire.com/file/m495cxx8ud4a215/62La primera opción.mp3

63. Bajo la gracia de Dios

http://www.mediafire.com/file/ef0llzs6ms95dlz/63Bajo la gracia de Dios.mp3

miércoles, 23 de junio de 2010

Diezmos y ofrendas

Dios ha establecido el diezmo y las ofrendas para sostener las necesidades de sus siervos y de su casa.

1. EL DIEZMO.

Algunas iglesias han enseñado que el diezmo era parte de la Ley de Moisés y que por lo tanto la iglesia ya no debe darlo, pero veamos lo que dice la Biblia tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento:

a) El Antiguo Testamento

Abraham lo practicó 640 años antes que Moisés lo estableciera como un mandato dentro de la Ley (Levítico 27:30; Génesis 14:18-20).

Al volver de derrotar a los cuatro reyes que tomaron Sodoma y Gomorra, en agradecimiento a Jehová, Abraham ofreció los diezmos a Melquisedec rey de Salem (Hebreos 7:1-10).

Jacob lo prometió a Jehová 150 años después de Abraham (Génesis 28:20-22) cuando iba camino a Harán (tierra de Labán su tío), también como consecuencia de las bendiciones de Dios; es decir, no había nada que lo obligará a él o a Abraham o a cualquier otro a practicar el diezmo, solamente su corazón y un espíritu de agradecimiento a Jehová. Qué gran enseñanza, el nieto de Abraham aprendió a hacer lo mismo que él: ser agradecido con Dios.

Antes de la Ley, el diezmar se estableció en el corazón de los hombres como una necesidad de reconocer que todo lo que tenemos o ganamos, procede de la mano de Dios.

La Biblia nos enseña que un corazón agradecido, no necesita tener un mandamiento para diezmar a Dios, porque su fe le impulsará a dar con generosidad, lo cual, a muchos nos cuesta hacer.

Antes de ver esta enseñanza en el Nuevo Testamento, es necesario aprender que cuando el cristiano diezma del producto de su trabajo, sin darse cuenta, esta protegiendo su corazón de la avaricia; pero cuando no lo hacemos, lamentablemente estamos cayendo en tentación y lazo y pecamos contra Dios.

La Biblia dice que “…raíz de todos los males es el amor al dinero…” (1 Timoteo 6:10), este fue precisamente el problema del pueblo de Israel (Deuteronomio 8:11-18), creyeron que Jehová no tenía nada que ver con su prosperidad y lo por tanto, no diezmaban.

b) El Nuevo Testamento. Antes de ver lo que dice el nuevo Testamento, hay que dejar en claro tres cosas:

Primero: Tenemos que recordar que ya no estamos bajo la Ley, sino bajo la gracia, por esta razón vivimos bajo los mandamientos que Cristo enseñó o confirmó en el Nuevo Testamento ¿todos de acuerdo? ¿Qué significa entonces que el hombre ya no vive bajo la Ley? sencillamente significa que todos los ritos y actos de purificación que tenían que practicarse para expiar los pecados (cubrir para que fueran pasados por alto ) ya no son necesarios, porque Cristo ya hizo el sacrificio perfecto para que nuestros pecados sean borrados por completo.

Segundo; Que vivir bajo la gracia no significaba que ya no tenían que obedecer los mandamientos básicos, dados no por Moisés, sino por Dios: no tendrás dioses ajenos delante de mí, no matarás, no cometerás adulterio, no hurtarás, no codiciarás la casa de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo, etc, porque cada uno de los mandamientos que formaban fa columna vertebral EXCEPTO el guardar el sábado son ratificados en el Nuevo Testamento.

Tercero: Que vivir bajo la gracia, contrario a lo que muchos piensan, implica MAYOR RESPONSABILIDAD que vivir bajo la Ley, sólo basta ver el ejemplo del Sermón del Monte (Mateo 5:21-22; 27-28; 31-32; 33-34; 38-39; 43-44).

Ahora bien, si vivir bajo la gracia implica mayor responsabilidad, veamos cómo trató el Señor el caso del diezmo:

El caso de los escribas y fariseos (Mateo 23:13-23), en esta porción de la Escritura el Señor Jesucristo llama “guías ciegos, insensatos y necios” a los escribas y fariseos, debido a la ACTITUD con la que cumplían ciertas cosas de la Ley, llegamos así al v.23 donde habla del diezmo, analicemos bien este versículo y respondamos ¿los reprende por diezmar o les dice que ya no deben hacerlo?, las respuestas son un rotundo NO, porque el diezmar era algo correcto ante Dios, pero no la actitud con la que lo hacían.

En este momento cabe hacernos una pregunta ¿por qué Jesucristo no hablo acerca de la necesidad de diezmar? ¡Porque ya sabían hacerlo!, el único problema, era que creían que por diezmar, ya se podían olvidar de hacer misericordia.

¿Debemos entonces los cristianos de hoy llevar nuestros diezmos a Dios? Sí, pero sin dejar hacer el bien.

Para entender mejor lo dicho en la última parte del párrafo anterior, veamos, el caso del fariseo y el publicano (Lucas 18:9-14), este el caso de muchos cristianos, que consideran que su justicia es mayor debido a las obras que hacen y a los diezmos que dan a la iglesia, pero el Señor Jesús vuelve a insistir en lo mismo, en condenar no el hecho de que el publicano hiciera ciertas cosas o dejara de hacer otras, sino la actitud incorrecta delante de Dios.

¿Por qué entonces es mayor responsabilidad el diezmar en la actualidad? Porque en el periodo de la gracia, para la iglesia, el diezmo ya no debe ser un límite, sino lo menos que debemos darle a Dios. Pablo escribió “el que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará” (2 Corintios 9:6). David dijo “todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos” (1 Crónicas 29:14), “De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo y los que en él habitan” (Salmo 24.1).

Ahora que hemos determinado bíblicamente la necesidad de diezmar, recordemos por qué es importante hacerlo:

a) Porque si diezmo, estoy obedeciendo a Dios y habrá bendición. “...Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios...” (Mateo 22:21). Respecto al dinero, hemos de darle a Dios lo que le corresponde (Malaquías 3:10; Proverbios 3:9-10; 2 Corintios 9:8). De Dios recibiremos en abundancia para volver a dar y compartir con los demás.

b) Porque si no diezmo, estoy robando a Dios (o lo que es lo mismo, pecando contra Dios. (Malaquías 3:8- 10; Deuteronomio 14:22; Hageo 1:3-1 1).

c) Porque cuando diezmo, Dios cubre las necesidades de sus siervos (Mateo 10:9-10).

Desde el momento en que los apóstoles fueron a predicar la Palabra, tenían derecho a esperar que aquellos a quienes eran enviados, les proveyeran de lo necesario para su sustento (1 Timoteo 5:17-18 comp. Deuteronomio 24:15, 25:4, Levítico 19:13), lo mismo enseñó Jesús a los setenta (Lucas 10:7; 1 Corintios 9:7-14).

¿Por qué el pastor o pastores son sustentados con los diezmos?, además de lo explicado en los párrafos anteriores, porque los diezmos eran exclusivamente para el sostenimiento de los levitas y sacerdotes, “…he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio, del tabernáculo de reunión...” (Números 18:21-28 “Se os contará vuestra ofrenda como grano de la era” (v.27) Levítico 27:30-32, Deuteronomio 12:19).

2. LAS OFRENDAS

¿Si el diezmo era sólo para cubrir las necesidades de los Levitas, cómo se cubrían las necesidades del Tabernáculo? Veamos:

a) Con las ofrendas voluntarias (Deuteronomio 12:6).
b) Moisés levantó una ofrenda especial para la construcción del Tabernáculo (Éxodo 35:4-5). Lo hizo por mandato de Dios (Éxodo 25:1-8).
c) David preparó una ofrenda abundante para que Salomón construyera el templo (1 Crónicas 1-5, 29:2), e invitó al pueblo a ofrendar (1 Crónicas 29:5-6).
d) Jesús vio la ofrenda de la viuda pobre (Lucas 21:2).
e) Pablo levantó una ofrenda para los pobres de Jerusalén (Romanos 15:26. 31, 18:1).
f) Las ofrendas deben darse según la prosperidad de cada uno (Deuteronomio 16:17; 1 Corintios 16:2; 2 Corintios 9:7).

martes, 22 de junio de 2010

1. La salvación y la seguridad de vida eterna

Pasaje central

De cierto, de cierto os digo. El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida (Juan 5:24).

1) Qué es la salvación

Es el perdón absoluto de todos nuestros pecados de parte de Dios. Es tener en vida la seguridad de que al morir, iremos a morar al cielo con Él (Filipenses 1:20-21). Es ser librado de la condenación eterna en el infierno.

2) Por qué necesitamos ser salvos

La Biblia dice que Dios creó al hombre y lo puso en el huerto del Edén con el propósito de que viviera siempre en comunión con Él; pero, le dio también la libertad de decidir entre vivir siempre en obediencia a sus mandatos o en rebelión hacia ellos, en este último caso, habría una consecuencia (Génesis 2:16-17); lamentablemente, el hombre desobedeció a Dios (comió del fruto del árbol del bien y del mal), entonces, primeramente murió espiritualmente, es decir, al desobedecer, se rompió su comunión íntima con su creador, y con el paso del tiempo también murió físicamente (Génesis 5:5), todo lo cual no era deseo de Dios que ocurriera; sin embargo, el hombre tuvo que pagar la consecuencia de su pecado (desobediencia).

En virtud de lo anterior, a partir de Adán, todos los hombres hemos nacido con la misma naturaleza pecaminosa, por eso dice la Biblia que todos somos pecadores (Romanos 5:12; Eclesiastés 7:20; Romanos 3:10-12), por lo tanto, aunque físicamente estamos vivos, espiritualmente estamos muertos delante de Dios (Efesios 2:1, 5) y condenados a permanecer así por la eternidad.

Necesitamos ser salvos, porque somos pecadores y estamos separados de Dios (Romanos 3:23), su voluntad es que todos los hombres seamos salvos de la condenación eterna (1 Timoteo 2:4), que tengamos vida y que estemos para siempre con Él (Juan 10:10; Romanos 6:23).

3) Cómo podemos ser salvos

El hombre no puede hacer nada por sí mismo para salvarse porque es pecador, ninguna obra humana, por buena que esta sea, lo puede librar de su condición (Efesios 2:8; Tito 3:5); sin Cristo, está perdido. La Biblia nos tiene buenas noticias; Dios ama al hombre, por eso, envió a su Hijo Jesucristo a este mundo y lo entregó como el sacrificio único y perfecto por nuestros pecados (1 Juan 4:9).

“…Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna…”
(Juan 3:16)


Para ser salvos, debe haber en nosotros: arrepentimiento y fe.

La Biblia nos hace un profundo llamado al arrepentimiento: Mateo 3:1-2, 4:17, Marcos 6:12, Hechos 26:20, 2 Pedro 3:9. Arrepentirse no es un remordimiento pasajero, es reconocer que somos pecadores y el deseo profundo y sincero de tener un cambio absoluto de vida, y de dejar de hacer todo aquello que a Dios no le agrada. Tener fe, es creer que al confesar de todo corazón nuestros pecados a Dios, Él puede perdonarnos absoluta y completamente (Romanos 3:24-26; 5:1; 10:9-10).

La salvación no es una “experiencia” religiosa o un sentimiento, es una decisión; es la decisión de abandonar el pecado y la decisión de orar y pedirle a Dios el regalo de la vida eterna, en virtud de que nos hemos arrepentido de nuestros pecados y de que hemos tenido fe en Él, por medio de Jesucristo (Hechos 17:30 “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan”).

Tomar la decisión de arrepentirnos, es darnos cuenta que ninguna religión, hombre, ídolo o filosofía nos ofrece la salvación de nuestra alma y el perdón de nuestros pecados, pues sólo Cristo tiene este poder (Hechos 4:12 “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”).

Sólo necesitamos ser salvos una vez, pues cuando Dios ha perdonado todos nuestros pecados somos hechos hijos de Dios (Juan 1:12), tenemos la esperanza de vida eterna, la cual no perderemos jamás (1 Juan 5:11-13), al morir, nuestro cuerpo irá a la tumba; pero nuestro espíritu morará con Él en el cielo (Filipenses 1:21; 2 Corintios 5:1; Hebreos 10:34). Cristo ha venido a morar para siempre en nuestro corazón por medio de su Espíritu Santo (1 Juan 3:24; 1 Corintios 6:19-20; 1 Tesalonicenses 4:8).

Ser salvo no significa que nunca volveremos a pecar, o que ahora que tenemos la seguridad de vida eterna somos libres de pecar y hacer cualquier cosa; como veremos en otra clase posterior, ser salvo nos da la responsabilidad de vivir una vida agradable a Dios. La salvación es como un nuevo nacimiento, porque al recibir a Cristo en nuestro corazón, volvemos a nacer espiritualmente delante de Dios. Dios ha hecho su parte, haz la tuya ahora y recibe el regalo de la vida eterna; si ya lo has hecho; entonces ora a Él para que aumente tu fe, te ayude a crecer en conocimiento y obediencia de lo que manda en su palabra (La Biblia).

El cristiano puede siempre estar seguro de su salvación, pues ésta es eterna y ahora, nada podrá separarle del amor de Dios (Romanos 8:35-39; Hebreos 5:9; 7:25; 9:15).

¿Quieres recibir a Cristo?

Inclina tu rostro, cierra tus ojos, ora a Dios y dile con tus propias palabras:

1.Que reconoces que naciste en pecado y que has pecado
2. Que te arrepientes de ser pecador
3.Que te perdone por todos el pecado quehay en tuvida
4. Que tienes fe en que Jesucristo murió y resucitó por tí
5. Que invitas a Cristo a vivir en tu corazón

Termina diciendo: "en el nombre de Cristo, amén"

¿Lo has hecho de corazón?

Entonces ahora has recibido el regalo de la vida eterna

Escríbenos para guiarte en tu crecimiento espiritual
iglesia_bautista_arenal@yahoo.com.mx
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puedes contactarnos visitando nuestra web

http://iglesiabautistaarenal.mex.tl

2. El Bautismo

Pasaje central

“...Y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados” (Hechos18:8).

1) Qué es el bautismo

Es una ordenanza instituida por Jesucristo que consiste en la inmersión total del creyente en agua. Es el segundo paso de obediencia del creyente y es la forma mediante la cual te agregas a la membresía de una Iglesia local.

Aplicar al bautismo sólo por rociamiento no es bíblico, pues la misma palabra “bautizo” significa inmersión completa, en este caso, en agua.

2) Quiénes deben bautizarse (Un candidato idóneo)

Sólo aquellos que han sido salvos por fe en Jesucristo pueden ser bautizados, es decir, que el bautismo NO limpia pecados, y que este acto de obediencia es posterior a la salvación personal del creyente (Mateo 28:19-20, Hechos 2:41, 8:37-38, 10:44-48, 16:30-31).

Cuando Pedro dice: “…Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38), no habla de salvación por bautismo, pues en 1ª Pedro 3:21 Él mismo aclara que sólo se trata de una forma de mostrar obediencia hacia una vida plena.

Entendamos mejor lo anterior y para ello dos palabras son clave, la conjunción “y” que antecede a “bautícese”, que en griego es “kai” que significa también y “para” que antecede a “perdón”, que es el griego “Eis” que significa estar dentro. ¿Qué es entonces lo que dijo el apóstol? Que una persona que ya está dentro de aquellos cuyo pecado ha sido perdonado, también deben de bautizarse. Pedro sólo predicó salvación en Cristo (Hechos 2:21, 3:19,4:12).

En virtud de lo anterior, nuestra iglesia no bautiza niños; pues aunque han nacido pecadores; aún no tienen la capacidad de elegir entre rechazar el sacrificio de Cristo en la cruz, o aceptar su regalo de vida eterna. Creemos que si un niño muere antes de ser capaz de tomar una decisión al respecto, al momento de su muerte, Dios aplicará a su favor el sacrificio de Cristo y será recibido en el cielo por la eternidad (Lucas 18:16).


3) Quién debe aplicar el bautismo

a) Una autoridad idónea: La Biblia nos enseña que Juan el bautista fue enviado por Dios para predicar y bautizar; posteriormente Jesús autorizó a sus discípulos y después, sólo a su Iglesia (Mateo 28:16-20). Sólo una iglesia que predica con verdad las Escrituras tiene autoridad para bautizar; por lo que si alguna persona de otra iglesia llega a la nuestra y su doctrina no está basada totalmente en la Palabra de Dios, debemos corroborar su salvación, instruirla correctamente y bautizarla. Hechos 19:1-7 nos enseña un caso en el que Pablo tuvo que corregir la enseñanza y bautizar (No rebautizar) a 12 hombres.

b) Un administrador idóneo: es la persona a quien la iglesia da la autoridad para bautizar a los nuevos creyentes; comúnmente es el pastor; pero en caso de enfermedad o de que no se tenga uno; puede ser algún otro varón, miembro de la iglesia y de reconocido buen testimonio quien puede recibir la autoridad para bautizar a los hermanos. Se debe reconocer que fue a la iglesia y no a los apóstoles como individuos, que la autoridad para bautizar fue encomendada (Mateo 28:19-20).

Hay un caso interesante detallado en Hechos 19:1-6. Pablo encontró estos discípulos en Efeso, y alguien los había sumergido, pero Pablo, después de examinarlos, rechazó su bautismo.

La cuestión es: ¿por qué?, consideremos lo siguiente:

El primer lugar: Es claro que Pablo sabía que todos habían sido sumergidos, pues el texto original griego es muy claro, y además, ni el rociamiento ni el derramamiento habían sido introducidos todavía bajo el nombre de bautismo. Entonces, no fue el MÉTODO el motivo de Pablo para rechazarlo, sino otra cosa.

Segundo: No eran salvos cuando fueron sumergidos, porque cuando Pablo les preguntó, diciendo: “Recibísteis el Espíritu Santo cuando creísteis” ellos contestaron: “Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo”. Con esto Pablo se dio cuenta que no eran candidatos idóneos para ser bautizados, porque la salvación es únicamente por nacimiento del Espíritu, cosa que siempre es una experiencia consciente, y por consiguiente, hubieran tenido conocimiento de aquella Persona Divina, el Espíritu Santo.

Tercero: Dios mismo comisionó a Juan para bautizar (Juan 1:6, 33), pero éste no tenía autoridad para compartir su comisión, o pasarla a otra persona. Vemos que aquellos doce discípulos no dijeron que habían sido bautizados por Juan mismo, sino que: “En el bautismo de Juan”. No se nos dice por la mano de quien, pero evidentemente fue alguien que no tenía autoridad divina, por los siguientes motivos: si hubiesen sido bautizados por Juan, hubieran conocido el mensaje que Juan predicaba siempre a todos los que le escuchaban. Pero aquellos discípulos no conocían tal mensaje, porque cuando Pablo les explicó que: “Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, Jesús el Cristo”, consta que todo eso era nuevo para ellos, porque el versículo que sigue dice: “Cuando oyeron esto, fueron bautizados (No rebautizados) en el nombre (con la autoridad) del Señor Jesús”.

Por dos motivos, entonces, el bautismo de ellos fue rechazado por Pablo: primero, porque no eran salvados, y segundo, porque no habían sido bautizados por una autoridad bíblica, o sea por un administrador idóneo.

Cualquiera de los dos motivos era base suficiente para invalidar su bautismo, quiere decir, calificarlo de ningún valor bíblico. Al escuchar la explicación y mensaje de Pablo, creyeron y se salvaron, y entonces fueron bautizados. Pablo en verdad se opuso a la inmersión ajena, y no la recibió.

4) Cuál es el propósito del bautismo (Un propósito idóneo)

En primer lugar, obedecer un mandato del Señor Jesús y después, manifestar públicamente nuestra fe en Él. Cada creyente debe bautizarse con el propósito de manifestar que ya es un hijo de Dios, de la misma manera que Jesús fue bautizado para manifestar al mundo que Él era el Hijo de Dios (Mateo. 3:15).

5) Cómo debe administrarse el bautismo (Un método idóneo)

Además de que el nuevo creyente debe ser sumergido completamente en agua, debe ser aplicado como lo menciona el Señor Jesús en Mateo 28:19 “...en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo...”, ya que la autoridad proviene de Dios. SÓLO esta forma puede satisfacer los requisitos declarados en la Biblia (Mateo 3:7 y 13-17, Juan 3:23, Hechos 8:35-38, Romanos 6:4-5, 1 Corintios 10:2, Col. 2:12).

6) Qué simboliza el bautismo (Romanos 6:1-4, Colosenses 2:12)

a) Muerte al pecado (Romanos 6:1-4) y resurrección a una vida nueva (Romanos 6:5, Colosenses 2:12).
b) Lavamiento en la sangre de Cristo (1 Pedro 1: 16-19; 1 Corintios 6:11)
c) Que así como Cristo murió y resucitó, un día también nosotros moriremos y resucitaremos en Cristo (1 Tesalonicenses 4:16).

3. Tres disciplinas espirituales

Pasaje central

Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra. Se anticiparon mis ojos a la vigilia de la noche, Para meditar en tus mandatos (Salmo 119:147-148).

Cuando un niñito empieza a caminar, su inexperiencia y debilidad le hacen tropezar con frecuencia. Pero no debe seguir así por toda la vida. Se espera que con un crecimiento normal aprenda a mantener el equilibrio y a caminar con paso firme. Lo mismo espera Dios de sus hijos en la fe. Y por esto nos exhorta en 2 Pedro 3:18 a crecer en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Para crecer espiritualmente, hay tres disciplinas que debes practicar durante toda la vida. Estas disciplinas tienen que ver con tu cita diaria con Dios, con tu comunión fraternal cristiana y con tu testimonio al mundo.

1) Tu cita diaria con Dios

Esto quiere decir que debes formarte el hábito de apartar tiempo cada día para leer la Biblia y orar. Dios te habla a ti por medio de su Palabra, y tú le hablas a Él por medio de la oración (Lucas18:1).

Es preferible que acudas a esta cita temprano en la mañana. Hay dos razones para escoger tal hora. La primera es que después de una noche de descanso, tu mente está despejada y puedes captar mejor el sentido de lo que lees. Y la segunda es que de esta manera le das a Dios la oportunidad de dirigir tu día desde el comienzo. Por lo tanto, debes hacer tuyo el propósito expresado en los siguientes pasajes (Salmos 5:3, 143:8, Marcos 1:35).

También es preferible que celebres tu cita con Dios, en algún lugar donde puedes estar lo más aislado posible de otras personas. El Salvador dijo: “Más tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que está en secreto” (Mateo 6:6). Esa fue su propia costumbre. Cuando se le multiplicaba el trabajo, leemos en Lucas 5:16 que “se apartaba a lugares desiertos, y oraba”.

¿Cuánto tiempo debes dedicar cada día a tu cita con Dios? Esto puede variar según las circunstancias, pero sugerimos que para comenzar te fijes una meta mínima de quince minutos. Podrías gastar diez minutos en la lectura y meditación de una porción bíblica y cinco minutos para orar. Si así empiezas y eres fiel, lo más probable es que muy pronto tú mismo querrás prolongar este precioso tiempo de comunión con el Señor.

¿Cómo debes proceder? es recomendable que empieces con una breve oración. Dale gracias a Dios por el nuevo día que te ha dado y pídele que al leer su Palabra te de un mensaje muy personal. Siempre es prudente contar con un plan sistemático de lectura, siempre lee despacio y procura entender, cuando encuentres un versículo que te llame especialmente la atención, detente para aplicarlo a tu propia vida. La idea no es ver cuántos capítulos puedes leer en la semana, sino buscar cada día alimento espiritual. Como dice Mateo 4:4 “no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.

Después de haber leído, termina con una oración. En tu oración es bueno que consideres las siguientes cinco cosas:

a) Empieza con adoración a Dios, adoramos cuando reconocemos su poder, su santidad, su justicia, su señorío, su omnisciencia y cada uno de sus atributos divinos.
b) Luego confiesa tus pecados, cada día es necesario ponerte a cuentas con Dios y confesarle cada falta cometida, por “pequeña” que creas que sea.
c) Sé agradecido, por la vida, la comida, la ropa, y cada una de las bendiciones que Dios te dé.
d) Intercede, por cada uno de tus hermanos en la fe, siempre es bueno orar no sólo por uno mismo, sino también por los demás creyentes de la iglesia.
e) Por último, pide a Dios por cada una de tus necesidades personales.

2) Tu comunión fraternal cristiana

Esto quiere decir que debes congregarte fielmente con la Iglesia, a fin de que crezcas y te fortalezcas en tu fe; así como para cultivar el compañerismo personal de tus hermanos en la fe. La vida cristiana no puede vivirse bien en aislamiento (Hechos 2:42-47, 1 Corintios 10:32).

Somos una familia, “la familia de Dios” (Efesios 2:19), y necesitamos la protección, el estímulo, el buen ejemplo y la instrucción que sólo se reciben en el seno del círculo familiar (Ef. 4:11-16). Así es que debes tomar muy en serio las palabras de

“Considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;
no dejando de congregarnos,
como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos;
y tanto más, cuanto véis que aquel día de acerca”.
Hebreos 10:24-25

3) Tu testimonio al mundo

Como cristiano, de hecho ya eres un testigo, porque la gente te está observando. Lo que Dios espera es que seas un testigo fiel. Esto requiere que testifiques con tu vida. Tu conducta debe revelar que ahora mismo Cristo vive en ti (Gálatas 2:20). Pero también debes testificar con tu palabra.

A semejanza del hombre de Lucas 8:39, debes hablar de las grandes cosas que el Señor Jesús ha hecho en tu vida. Y cuando se te presente esta oportunidad, debes estar preparado para hacer una presentación bíblica del evangelio, como hizo Felipe en Hechos 8:35. Lo mismo que dijo Cristo a Pablo te lo dice también a ti : “No temas, sino habla, y no calles, porque yo estoy contigo...” (Hechos18:9-10).

Te recomendamos que en este momento pienses en por lo menos una persona a la que te gustaría compartirle el evangelio de Cristo, empieza a orar por ella todos los días y pide al Señor que pronto te dé la oportunidad para compartir con ella el mensaje de salvación.

Practicando fielmente estas tres disciplinas, vas a crecer espiritualmente. Y el resultado será una doble victoria. Por una parte, triunfarás más frecuentemente en tus íntimas luchas con la tentación. Y por otra, serás usado por Dios en la conquista de almas nuevas para su Reino.

4_La Biblia

Pasaje central

"Toda la escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia (2 Timoteo 3:16)"

1) Qué es la Biblia

La Biblia es la palabra de Dios. Es la revelación en forma escrita que Dios ha hecho de sí mismo al hombre y es la única regla de fe y práctica del cristiano; por lo tanto, todas nuestras enseñanzas y doctrinas deben basarse en las Sagradas Escrituras. La Biblia está completa y su mensaje es perfecto, por lo que en la actualidad ya no existen nuevas “revelaciones”.

La Biblia está compuesta por 66 libros. Se divide en Antiguo Testamento con 39 libros, es el pacto de Dios con su pueblo Israel, y el Nuevo Testamento con 27 libros, que es el pacto de Dios con la Iglesia. La Iglesia se rige en su mayor parte por el Nuevo Testamento, ya que como se mencionó anteriormente, este es el pacto con la Iglesia.

Para un mejor y mayor aprendizaje, te recomendamos memorizar el nombre de todos los libros de la Biblia.

2. El autor e inspirador de la Biblia

El autor de la Biblia es el Espíritu Santo. Todo lo que se encuentra en ella escrito, fue fielmente registrado por hombres de Dios, a quienes habló durante un período de aproximadamente mil quinientos años.

Es hermoso ver que a pesar del tiempo transcurrido en su escritura y que muchos de los hombres que la escribieron ni siquiera se conocieron entre sí, la Biblia mantiene una armonía absoluta y en toda ella encontramos un solo mensaje central: la salvación del hombre por medio de Cristo y el amor de Dios por toda la humanidad.

Es el tesoro más valioso que el creyente puede tener en sus manos, ni el más sabio con todos sus conocimientos, ni el más rico con todos sus haberes, posee mayor riqueza que aquél que tiene en sus manos los mandamientos de Dios que son fuente divina de toda gracia y manantial inagotable de vida eterna (Salmo 12:6, Juan 8:51).

La Biblia fue escrita por hombres, pero no por su propia voluntad, sino por la voluntad y dirección de Dios; Él fue quien los inspiró, es decir, que por medio de su Espíritu Santo, los guió para escribir y les hizo conocer todo aquello que escribirían, por eso cada Palabra en la Biblia tiene un cumplimiento pleno porque en realidad es la Palabra de Dios (2 Pedro 1:20-21). Lo anterior significa, que del mismo modo que nuestras palabras proceden de nuestra boca mediante nuestro aliento, la Palabra de Dios, la Biblia, en realidad procede del aliento de la boca de Dios.

Los hombres que realizaron la labor de escribirla, no son los autores, sino simplemente los escritores (Apocalipsis 1:19, 1 Pedro 3:15-16). El Antiguo Testamento declara 3,808 veces que lo que se expresa, es la Palabra de Dios y en 2 Timoteo 3:16 afirma que: “…toda la Escritura es inspirada por Dios…”

El cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento en la primera venida de Cristo, es otra evidencia de que Dios tiene el derecho de autor y de que es el único inspirador de la Biblia. Cristo dio cumplimiento a 60 importantes profecías en su ministerio terrenal y muchas más faltan por cumplirse.

3. La autoridad de la Biblia

Las Escrituras son la Palabra de Dios. Por este motivo deben ser la autoridad final en todos los aspectos de fe y de conducta.

a) Jesús reconoció la totalidad de las Escrituras (Lucas 24:25-27).
b) Los apóstoles apoyaron su autoridad (2 Timoteo 3:16).
c) Las Escrituras son la norma de juicio (Juan 12:48-50).
d) La palabra de Dios es eterna (Mateo 24:35).

4. La importancia de la Biblia

a) Nos revela el plan de Dios y nos lleva a conocerlo a Él. (Lucas 24:44-46; Juan 5:39; Romanos 10:17).
b) Nos ayuda a madurar en el conocimiento de Dios (Salmo 119:130; Hebreos 5:13; Hechos 20:32).
c) Es alimento espiritual para nuestras almas (Mateo 4:4; 1 Pedro 2:2-3; Jeremías 15:16).
d) Es un arma contra la lucha espiritual (Efesios 6:17).
e) Evita que nos descarriemos (2 Timoteo 3:16; Salmo 37:31).

5. Cómo integrar la Palabra de Dios a nuestras vidas

A partir de que somos hijos de Dios, su Palabra debe formar parte importante de nuestra vida cotidiana y básicamente existen cinco formas para poder obtener un sólido conocimiento de la Palabra de Dios:

a) Oír. Esto forma parte importante del crecimiento cristiano, por eso es bueno que cada uno de nosotros acudamos a reunirnos con la iglesia, a fin de escuchar juntos la Palabra de Dios (Romanos 10:17; Apocalipsis 2:7, Mateo 11:15).
b) Leer. Al leer la Biblia diariamente, aprendemos a temer a Dios, a obedecer toda su Palabra y a ponerlas en práctica (Deuteronomio 17:19; 1 Timoteo 4:13; Apocalipsis 1:3).
c) Estudiar. No basta con leer la Biblia, sino que debemos estudiarla a detalle y de manera minuciosa, lo cual nos hará crecer espiritualmente. (Juan 5:39; Hechos 17:11; Proverbios 2:3-6).
d) Memorizar. La palabra de Dios que está guardada en nuestro corazón, nos promete guardarnos del pecado (Deuteronomio 11:18; Salmo 119:11; Salmo 37:31; Proverbios 22:17-18).
e) Meditar. Oír, leer, estudiar y memorizar la Biblia, te llevarán a meditar con profundidad, acerca de lo maravilloso que es conocer a Dios (Josué 1:8; Salmo 1:2-3).

5_La vida cristiana

Pasaje central

"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Corintios 5:17)"


1) Qué es la vida cristiana

Es la nueva vida en la que ahora Cristo ocupa el lugar central de nuestra vida (Filipenses 1:21, Gálatas 2:20). También es la vida en la que ahora nuestra confianza sólo debe estar puesta en Dios, no en imágenes, en la suerte, en la adivinación o en amuletos “protectores”, ni en ningún otro “dios” o cosa que desvíe nuestra fe y confianza en el Señor (1 Tesalonicenses 1:9-10; 1 Corintios 10:9; Isaías 42:8, 43:10-11). Una clara muestra de nuestra fe en Cristo, es abandonar y deshacernos de todo lo que a Dios no le agrada, A veces nos duele dejar lo que hemos practicado toda una vida; pero nuestra fe sólo debe depositarse en Él.

En la vida cristiana, todo lo que ocurre en nuestra vida, tiene como centro a nuestro Señor Jesucristo. Toda decisión debe ser puesta bajo su voluntad, aún lo más pequeño.

2) Cuál debe ser la meta del creyente

Ser semejante al Señor Jesucristo. Él es nuestro ejemplo supremo, y el perfeccionamiento de nuestra salvación es que lleguemos a ser como Él es. El cristiano procura imitar conscientemente a Jesús (1 Juan 3:2, Filipenses 2:5, 3:12).

3) Cuáles son los deberes principales de la vida cristiana

El cristiano debe perseverar en el conocimiento y fidelidad al Señor, esto requiere de un esfuerzo constante. Hay algunos que empiezan en el camino de la fe, pero luego se apartan. Algunos son buenos cristianos por muchos años, pero luego, poco a poco, o aun repentinamente, desisten y se vuelven atrás. Lo importante es que día tras día, no importa lo que pase, el cristiano siga igual, y aun mejor, creciendo en el Señor (Mateo 26:41, 1 Pedro 5:8-9, Gálatas 6:9, Mateo 24:13, Lucas 9:62).

4) Cómo debe el cristiano considerar su propio cuerpo

Antes que un hombre se convierta a Cristo, su cuerpo es por lo general un instrumento de pecado; pero ahora, en su nueva vida, el cuerpo debe ser un instrumento de justicia y santidad. El cristiano debe glorificar a Dios por medio de su cuerpo, porque éste es el templo del Espíritu Santo y debe presentarlo en “sacrificio vivo”. El cristiano no debe hacer con su cuerpo o por medio de el, lo que quiera, sino lo que es correcto, edificante, y que dé un buen testimonio del poder transformador de Cristo (Romanos 12:1-2, 6:19-22, 1 Corintios 6:12, 18-20).

5) Cuáles son algunas cosas que ayudan a vivir la vida cristiana

El practicar las tres disciplinas espirituales que ya vimos la clase antepasada. Es muy importante hacerlo, sobre todo, ahora que empiezas, no olvides leer, estudiar la Biblia y meditar en ella continuamente; vivir una vida de oración, y congregarte en los cultos con la Iglesia.

A través de la Biblia, Dios le habla al creyente y cuando el cristiano ora, Él le habla a Dios. La vida cristiana es entonces, un diálogo permanente entre el cristiano y Dios. La oración es el fuego que da calor; la Biblia es la “despensa” que da alimento. Necesitamos la comida para estar fuertes y necesitamos el calor para estar entusiastas

Es una buena costumbre cristiana el orar a Dios antes de comer, al acostarse y al levantarse por la mañana. La oración de fe es un arma poderosa. Nunca estamos más cerca de Dios que cuando le buscamos de rodillas en oración.

También congregarse con la Iglesia es muy necesario, al asistir al templo con toda puntualidad y participar en el culto, somos renovados espiritualmente. En su casa, Dios siempre tiene un mensaje para nosotros.

La vida cristiana es como un romance, una aventura preciosa de fe, entra en ella con decisión y no decaigas, seguramente tendrás pruebas (De esto estudiaremos en la siguiente clase) y tribulaciones; pero el Señor estará siempre a tu lado para ayudarte.

6) Cuál es un gran incentivo para vivir la vida cristiana

La promesa y la esperanza de la segunda venida de Jesucristo constituye un incentivo o estímulo poderoso a vivir la vida cristiana. La razón es porque sabemos que el Señor volverá a la tierra por los que hayamos creído en su nombre. No nos veremos frustrados en nuestros esfuerzos. No estamos trabajando en vano, el Señor, a su tiempo recompensará nuestro esfuerzo (Hechos 1:10-11, Filipenses 3:20-21, Apocalipsis 22:12).

6_La iglesia

Pasaje central

"A él sea gloria en la Iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén ( Efesios 3:21"

1) Qué es la iglesia

Un grupo de creyentes, local y visible, bautizados y pactados entre sí para llevar a cabo la gran comisión.

¿Qué es la gran comisión? Durante su ministerio en la tierra y hasta sus últimos días, el Señor Jesús sólo se dedicó a predicar en todas partes acerca del reino de los cielos (Mateo 4:17). Él desea que todo lo que hizo mientras estaba dentro de su cuerpo físico, se siga haciendo a través de su cuerpo espiritual, la iglesia: PREDICAR EL EVANGELIO a todo el mundo (Mateo 28:18-20), éste es el PROPÓSITO para el que fue establecida.

La Iglesia es llamada el cuerpo de Cristo, pues ella actúa de acuerdo a lo que Él, la cabeza, ordena en su palabra (Hechos 2:41-47, Efesios 1:22-23, 5:23).

Cada Iglesia es local, no universal, es decir, cada congregación se rige de manera particular sólo por la Biblia y únicamente practica sus ordenanzas con sus miembros. Cada Iglesia toma sus propias decisiones en cuanto a su organización y trabajo, sin que estas contravengan con los principios bíblicos.

2) Quién fundó la Iglesia

Jesucristo fundó la iglesia, murió por ella, envió su Espíritu sobre ella y algún día volverá a buscarla. La fundó sobre sí mismo, pues al ser Dios, se aplicó a sí mismo el término “roca” (Mateo 16:17-18, comparar con: Deuteronomio 32:4, 15, 18, 30, 31, Salmo 18:31, 46, Isaías 17:10). Jesús mismo es su base o fundamento principal; esto quiere decir entonces, que la Iglesia es de origen divino y no humano (1 Corintios 3:11, Efesios 2:20).

3) Cuáles son los oficiales de la Iglesia

Según aprendemos en la Biblia, son el Pastor y los diáconos.

El pastor es el líder espiritual de la Iglesia, debe ser un hombre que tiene el llamado de Dios para enseñar la sana doctrina, de buen testimonio tanto dentro de la congregación como entre la gente que le rodea, no es la autoridad máxima, la autoridad es de la Iglesia, aunque la Biblia nos enseña que ella debe respetarle y cuidarle como alguien que ha de dar cuenta por nosotros. Los diáconos son servidores, que apoyan en las actividades espirituales, como en el manejo y administración de la Iglesia (1 Timoteo 3:8-13, Hechos 20:17-28, Hebreos 13:17-24, 1 Pedro 5:4, 1 Tesalonicenses 5:12-13, 1 Corintios 9:13-14, Filipenses 1:1).

4) Cómo se sostiene la Iglesia

Con diezmos y ofrendas. Diezmar es apartar la décima parte de lo que Dios nos provee por medio de nuestros trabajos (Si no tenemos ningún ingreso, por supuesto que no estamos en la necesidad de dar); las ofrendas son cantidades que decidimos dar según el Señor nos prospera a cada uno; si por ejemplo, ya hemos dado nuestro diezmo en una reunión dominical, al siguiente Domingo a la hora de recogerse las ofrendas podemos dar según cada uno proponga en su corazón.

Aún antes de que la Ley de Moisés existiera, el diezmo se ofreció a Jehová como producto de un corazón agradecido (Génesis 14:16-20; 28:20-22). Una vez que Jehová estableció leyes a su pueblo, estableció como práctica entre ellos que el diezmo fuese una cantidad especial para Él para siempre, como un reconocimiento de que todo proviene de Él (Proverbios 3:9-10; Hageo 2:8; Deuteronomio 16:16; Malaquías 3:8-10).

Diezmar u ofrendar a Dios, no es darle algo de lo que nos sobra, sino aquello que previamente apartamos para Él.

Vale la pena mencionar que por testimonio, nuestra iglesia acostumbra que el dinero no sea manejado por el pastor, sino por hermanos de buena reputación entre la iglesia, a fin de que sean ellos los que administren el dinero y se hagan cargo de cubrir las necesidades que se derivan de la misma, tales como: Pago de luz, teléfono, material para la enseñanza, folletos, nómina del Pastor, etc.

La Biblia no sólo nos enseña a sostener económicamente a nuestros pastores (Mateo 10:10; 1 Corintios 9:11-14), sino también a apoyar a aquellos misioneros que en el país o en el mundo, predican el evangelio de Jesucristo (2 Corintios 9:6-10), esto lo hacemos a través de lo que llamamos: ofrendas misioneras.

5) Cómo apoya cada miembro a la Iglesia

En primer lugar, viviendo una vida de buen testimonio público, y después: Asistiendo fielmente a los cultos religiosos, ofrendando para el sostén de la obra del Señor, sirviendo al Señor (Maestro, evangelista, etc.), y en general, usando sus talentos o dones espirituales para el ministerio y crecimiento de la Iglesia.

Cada miembro debe contribuir a la estabilidad, la unidad, la santidad y la espiritualidad de la Iglesia, en ella nadie tiene más obligación de trabajar que otros, la responsabilidad de la obra pesa sobre todos por igual, pero cada uno sirve según la capacidad que el Señor le da (Romanos 12:1-13, Filipenses 2:12-13, 1 Corintios 15:58, Romanos 16:6-12).

6) Cómo se llega a ser miembro de la Iglesia

a) Por el bautismo: Dado que este punto ya ha sido enseñando anteriormente, sólo recalcaremos que este es el requisito previo que deben cumplir todos aquellos que deseen ser miembros de la Iglesia (Hechos 2:41).

b) Por carta de membresía: Algunas veces los miembros de la Iglesia requieren trasladar su residencia a otra ciudad y esto les obliga a hacerse miembros de la Iglesia más cercana del mismo orden y fe. En este caso, deben solicitar a la Iglesia de donde eran, una carta de membresía, donde debe manifestarse que el interesado ha sido bautizado bíblicamente y que es un hermano de buen testimonio. A efecto de cuidar nuestra doctrina bíblica, sólo aceptamos como miembros a hermanos que provienen de iglesias de nuestra misma fe y no damos carta de membresía a ningún hermano que esté bajo disciplina .

c) Por restauración: Cuando por causa de disciplina (Tema a estudiar en una clase posterior) un miembro a sido expulsado de la comunión con la Iglesia; vuelve arrepentido y decide pedir perdón a Dios y a la iglesia misma por haberse retirado y/o no haberse sujetado a la disciplina, es el deber de la congregación el recibirle nuevamente (2 Corintios 2:6-8).

7) Cómo se pierde la membresía de la iglesia

Por decisión propia al alejarse de la comunión con la iglesia dejando de asistir a ella (Hebreos 10:25), o por expulsión en caso de disciplina (1 Timoteo 5:20, 1 Corintios 5:11).

7_Venciendo la tentación

Pasaje central

"Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados (Hebreos 2:18)"

¿Qué tal, hermano? en medio de las circunstancias que te rodean, ¿has vivido como un auténtico cristiano? recuerda que para esto vive Cristo en ti. Él desea transformar tu carácter y tu conducta a la semejanza suya. Y lo hará en la medida en que tú se lo permitas.

Si diariamente renuncias a toda confianza en ti mismo para depender únicamente del Señor, y si te abstienes de tomar decisiones independientes para aceptar y obedecer la voluntad de Él, entonces la gloriosa vida de Cristo se manifestará en ti (Gálatas 2:20).

Es posible, no obstante, que se te haya dificultado poner en práctica lo que aprendiste. La razón es que tienes un enemigo que te quiere estorbar. Este enemigo es el diablo. Su propósito es hacerte pecar, y su arma es la tentación. Pero Dios está contigo, y en su Palabra te muestra la manera de vencer. De estas cosas estudiaremos hoy.

En 1 Pedro 5:8 leemos estas palabras: “Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”. El diablo está enojado porque te ha perdido. Antes de tu conversión a Cristo, el diablo te tenía cautivo en sus lazos y hacías su voluntad (2 Timoteo 2:26). Pero ya no es así, según Colosenses 1:13, Dios te ha librado de la potestad de las tinieblas y te ha trasladado al reino de su amado Hijo. En otras palabras, tú has cambiado de ciudadanía. Antes pertenecías al reino de las tinieblas, y el diablo ejercía autoridad sobre ti. Pero ahora eres ciudadano del reino de Cristo, y el diablo ya no tiene ningún derecho en tu vida. Por esto está enojado contigo.

El diablo está enojado también por el hecho de que ahora Dios se propone usarte como testigo de su poder libertador. Si diariamente tú permites que Cristo viva su vida en ti, entonces vas a ser un instrumento efectivo en las manos de Dios para que otras personas más se salven.

Para evitar que tal cosa suceda, el diablo te ataca, su propósito es hacerte pecar. El sabe que cualquier pecado rompe tu íntima comunión con Dios (Isaías 59:2, Salmos 66:18). Sabe también que cuando te apartas del Señor, no puedes llevar fruto para Él, como enseña Juan 15:5. Entonces, para debilitar tu testimonio cristiano, el diablo procura hacerte pecar. El arma que emplea para ello es la tentación.

Ahora bien, respecto a esta arma del diablo hay tres cosas alentadoras que decir:

a) En primer lugar, no es pecado ser tentado: Como enseña Hebreos 4:15, el mismo Señor Jesús “fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero “SIN PECADO”. El pecado no consiste en ser tentado, sino en ceder a la tentación.

b) En segundo lugar, Dios puede tornar la tentación del diablo en un medio de bendición. Santiago 1:12 dice “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida...” Esto quiere decir que cuando la tentación es vencida, el creyente victorioso queda fortalecido para luchar mejor contra tentaciones futuras. Es coronado con la bendición de una vida espiritual más vigorosa.

c) La tercera cosa alentadora es que Dios ofrece ayudarte a vencer (1 Corintios 10:12-14) : En este pasaje que acabas de leer, los versículos 12 y 14 son mandamientos, y el versículo trece contiene dos promesas. Las promesas están encerradas entre los mandamientos. Esto indica que están estrechamente relacionados entre sí. Dios cumplirá fielmente las dos promesas cuando tú seas igualmente fiel en obedecer los dos mandamientos.

El primer mandamiento es que no confíes para nada en ti mismo “El que piensa estar firme, mire que no caiga”. Como dice Proverbios 16:18 “antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu". Eso fue lo que le pasó a Pedro. Confiadamente le dijo a Jesús : “Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré;...aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré” (Mateo 26:33-35). Pero el resultado final no fue como Pedro lo había prometido. Por tanto, lo primero que tienes que hacer para vencer la tentación es desconfiar de ti mismo para depender totalmente del Señor.

El segundo mandamiento es: “Huid de la idolatría”. Un ídolo no es solamente alguna imagen o figura. Cualquier cosa que te aparte de una lealtad suprema a Dios es un ídolo para ti. Así es que cuando sabes que alguna cosa te provoca la tentación de pecar, debes huir de ella.

Muy bien. Si has obedecido estos dos mandatos, entonces puedes confiar plenamente en que Dios te cumplirá sus dos promesas. En primer lugar, pondrá freno a tu enemigo. No permitirá que te ponga delante ninguna tentación que tú no puedas vencer. Y en segundo lugar, juntamente con la tentación permitida, te dará una salida para que no caigas en la trampa.

Tu victoria está en Cristo (Hebreos 2:18). Así pues, mientras más cerca vivas del Señor, más seguro estarás.

8_Perdón y restauración

Pasaje central :
"Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad (1 Juan 1:9)"


Cuando recibiste a Cristo como tu señor y Salvador, Dios produjo en ti un cambio maravilloso. Naciste de nuevo (Juan 3:1-3). Ahora eres una “nueva criatura” (2 Corintios 5:17). Recibiste el Espíritu Santo como sello de tu salvación, y Él ahora vive permanentemente en ti (Efesios 1:13-14, Romanos 8:9-16). Pero Dios no quitó tu naturaleza pecaminosa, es decir, que todavía tienes dentro de ti una inclinación natural hacia el pecado. Por esto, no debes confiar nunca en tu propia capacidad para resistir la tentación. Como vimos en el caso de Pedro, cuando un creyente se cree suficiente en sí mismo para vencer al enemigo, el resultado es siempre triste.

¿Qué pasa, entonces, cuando un creyente peca? ¿Y qué debe hacer cuando peca? Estas son las dos preguntas que ahora queremos contestar.

Cuando llegas a cometer algún pecado, es probable que el diablo te acuse de no ser salvo. Procurará hundirte en la vergüenza y en el desaliento. Procurará hacerte tener tanta vergüenza que ya no quisieras asistir a los cultos de la Iglesia, ni frecuentar el compañerismo de tus hermanos en la fe. Pero no le hagas caso. Recuerda que no hay verdad en el diablo porque es “mentiroso, y padre de mentira” (Juan 8: 44).

Lo que sí hay que entender, es que el pecado siempre trae consecuencias serias. No hay pecados insignificantes. Cualquier pecado interrumpe nuestra comunión con Dios. Por esto, cuando pecas te sientes mal. NO PIERDES tu salvación, pero sí pierdes el gozo de tu salvación., tu comunión con Dios y tu influencia cristiana sobre los demás.

Cuando pecas no dejas de ser hijo de Dios, pero te haces un hijo desobediente. Por lo tanto, necesitas arreglar cuentas con tu Padre a quien has ofendido.

¿Te preguntas cómo puedes arreglar tus cuentas con el Señor? La respuesta está en 1 Juan 1:9, que nos enseña que cuando pecas, hay dos cosas que hacer: confesar tus pecados a Dios y confiar en su promesa de perdonar y limpiar. En relación con la confesión hay dos cosas que tomar en cuenta: La primera, es que la confesión de nuestros pecados debe ser hecha directamente a Dios, y la segunda, es que debe ser hecha prontamente.

Debemos confesar nuestros pecados directamente a Dios, porque contra Dios hemos pecado.

Cuando pecamos desobedecemos la ley de Dios; menospreciamos la autoridad de Dios; nos apartamos de la santidad de Dios; y herimos con ingratitud el amor de Dios. Siendo Dios la persona ofendida, nuestra confesión debe ser dirigida directamente a Él. En ninguna parte de la Biblia existe una orden de confesar los pecados al oído de un sacerdote humano.

Así nos enseña el rey David. Al arrepentirse de su doble pecado de adulterio y homicidio, clamó con angustia a Dios, diciendo: “Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos” (Salmos 51:4). En tal virtud, procedió a confesarse directamente con Dios. “Mi pecado te declaré” dice en el Salmo 32:5 “y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová...”.

Claro está que cuando se le ofende a un prójimo, hay que confesarle también a él la falta cometida (Mateo 5:23-24). En tales casos, procede no sólo la confesión a Dios, sino también la reconciliación con el hermano. Pero siempre procede una confesión directa a Dios.

Pero además de ser hecha directamente a Dios, la confesión de nuestros pecados debe ser hecha lo más pronto posible. Tan pronto como eres consciente de haber ofendido a Dios, en ese mismo instante debes detenerte para confesarle el pecado cometido.

Cualquier pecado rompe nuestra comunión con Dios (Isaías 59:2). No debes permitir que tal condición de separación continúe ni un momento más. Y no es necesario que continúe. Puedes ser restaurado a una vida de comunión con Dios. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).

Entonces, después de haber confesado tus pecados al Señor, debes confiar plenamente en su promesa. Debes aceptar por fe el hecho de tu perdón y limpieza. Y sabiendo que Dios no miente, debes tener por cierto que te ha cumplido su promesa y debes darle gracias por ello.

La seguridad de tu perdón no depende del testimonio de tus sentimientos. Estos son muy cambiadizos. Tu seguridad depende del testimonio de la Palabra de Dios. Esta nunca cambia.

Por el favor inmerecido de Dios, hay perdón y limpieza para el creyente que confiesa y confía. Pero esto no debe ser motivo para conformarnos con una vida de continuas caídas y restauraciones ¡De ninguna manera! Dios tiene para nosotros algo mejor. Como nos dice Proverbios 4:18 “la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto”.

9_La Cena del Señor

Pasaje central :
"Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos... (Mateo 26:26)"

1) Qué es la Cena del Señor

Después del bautismo, es la segunda ordenanza que instituyó nuestro Señor Jesús; es un acto conmemorativo de su crucifixión y muerte, por las cuales tenemos el perdón absoluto de nuestros pecados. Consiste en comer un trozo de pan sin levadura que representa el cuerpo del Señor y vino o jugo de uva como símbolo de su sangre (Mateo 26:26-29, Marcos 14:22-26, Lucas 22:19-20).

2) Quiénes deben participar de la cena del Señor

SÓLO los creyentes bautizados, miembros de la Iglesia y en comunión con ella, pues quienes han dejado de congregarse por largo tiempo, voluntariamente se han apartado de la misma. Jesucristo instituyó esta ordenanza la noche que fue entregado cuando estaba con sus discípulos reunidos en el aposento alto en Jerusalén y les encargó la practicaran como Iglesia local. No es pues, una ordenanza para los inconversos, ni para los que todavía no están bautizados. La invitación la hace el Señor y no la Iglesia, y Él ha invitado a sus discípulos a participar de esta Cena conmemorativa.

Este acto nos recuerda la pascua, aquella cena memorial que los hebreos en el Antiguo Testamento debían comer, simbolizaba la liberación de la esclavitud en Egipto (Éxodo 12:40-48) y cómo sus vidas habían sido preservadas a causa de la sangre del cordero (Éxodo 12:12-13). Era una comunión cerrada, exclusiva para el pueblo, ningún extraño podía comerla, a menos que se circuncidara, es decir, que se identificara con el Dios de Israel y se sometiera a sus leyes y mandamientos; en otras palabras, se convirtiera al judaísmo y se hiciera así miembro del pueblo.

Al ser judíos cada uno de los apóstoles, el Señor Jesús comió la Pascua con todos ellos (Lucas 22:14-15), durante la cena, Jesús pidió a Judas que hiciera lo que había propuesto en su corazón (Traicionarlo) y entonces salió (Juan 13:30, comparar con Mateo 26:21-25); es así, que al quedar sólo con los 11 restantes, con quienes había formado ya su iglesia, establece con ellos un nuevo pacto memorial para que lo practiquen las generaciones venideras (Mateo 26:28).

La Cena memorial nos recuerda que fuimos librados de la esclavitud del pecado (Juan 8:32-36) y que por la sangre de Cristo, el Cordero de Dios, (Juan 1:29) tenemos vida eterna en su nombre.

A diferencia de la Pascua que se comía una vez por año, la Santa Cena es practicada en un período determinado por cada Iglesia local, sólo debemos cuidar cumplir con el propósito establecido (1 Corintios 11:23-26).

En virtud de que esta es una ordenanza a la Iglesia local, nuestra comunión es cerrada sólo para los miembros de la Iglesia; es decir, no practicamos “la comunión abierta o semi-abierta”; esto significa que si a nuestra iglesia llegan creyentes de otra iglesia, conocida o desconocida, no pueden participar con nosotros de la Santa Cena, deben hacerlo en sus propias congregaciones, y de igual manera, nosotros no debemos participar de este acto en una Iglesia que no sea la nuestra, pues como ya mencionamos, cada Iglesia es local y no universal.

3) Cuál es la actitud correcta para participar de la Cena del Señor

La Biblia nos enseña algo muy importante y que no debemos pasar por alto “de manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor” (1ª Corintios 11:27). ¿Qué significa esto? que todos aquellos que participan de la Cena del Señor, deben hacerlo no como algo religioso o por costumbre, sino como algo que requiere pureza de corazón y fidelidad a Dios, lo cual sólo podemos lograr si previamente vamos a Dios y confesamos nuestros pecados (1 Juan 1:8-9), de lo contrario, Dios puede traer juicio (1 Corintios 11:28-34).

Si como cristianos verdaderos reconocemos que tenemos algún pecado no confesado al Señor, hagámoslo de inmediato y participemos de la Cena del Señor (1 Corintios 11:28). No agreguemos a nuestro pecado, uno más: el desobedecer esta ordenanza de Jesucristo.

Ningún cristiano bautizado y miembro de la Iglesia debe faltar a este servicio (Mateo 26:27 “…bebed de ella todos…”). El que falta, no está obedeciendo la voluntad del Señor y no permite que haya una completa unidad de la Iglesia (1 Corintios 1:10), ya que al igual que en una familia, con un solo miembro que falte a la mesa, la familia está incompleta.

Al participar de la mesa del Señor, no lo hacemos por ser dignos en nosotros mismos; sino como un reconocimiento de que aún sin serlo, por medio de Cristo, podemos participar de esta Cena memorial, pues Él ha perdonado todos nuestros pecados (1 Juan 1:9; Efesios 1:6).

10.La disciplina

Pasaje central :
"A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman (1 Timoteo 5:20)"

1. El por qué de la disciplina

La disciplina es una de las doctrinas básicas de la Biblia, la cual debemos de entender y practicar para que nuestras vidas y las Iglesias de Cristo lo representen a Él, con esto nos referimos a la conducta ordenada que cada creyente debe tener ante Dios. El hogar, la escuela, el negocio, el gobierno, todos exigen ciertas normas específicas de comportamiento y control propio. También se tiene por hecho que la iglesia del Señor Jesucristo tiene una regla de disciplina para sus miembros, la cual no puede ser ignorada ni pasada por alto.

No olvidemos que la iglesia está formada por personas, y que todos estamos expuestos a fallar, por eso la disciplina puede ser necesaria en cualquier momento. La Biblia enseña que las iglesias deben ejercer disciplina sobre los de su propia membresía, para el bien de toda ella. La iglesia tiene el deber de reprender por el pecado y censurar al que comete pecado (1 Timoteo 5:20, 2 Timoteo 4:2, Tito 1:13, 2:15).

2. Motivos para la disciplina

a) Por ofensas personales: Jesucristo dio instrucciones específicas en relación a las ofensas personales entre un hermano y otro en la Iglesia. Al seguir las instrucciones de nuestro Señor, siempre debe poderse efectuar una reconciliación.

Sería provechoso para todo cristiano tener siempre en mente, que Dios, a través de Cristo, le ha perdonado mucho más a él mismo, en comparación con lo que él pudiera tener que perdonar a su hermano (Mateo 18:15-17, 21-22; Lucas 17:3-4, Efesios 4:30-31, Mateo 5:23-4, 6:15).

Si sucede que no se puede conseguir una reconciliación entre dos personas ofendidas, ni siquiera con dos o tres testigos, el asunto de ofensa personal entonces se lleva a la iglesia para que resuelva el problema (Lo más saludable es hacerlo por medio del pastor), y si ni aún a ella hicieren caso, entonces como medida de disciplina “…deben ser tenidos por gentiles y publicanos…”, es decir, como personas que no se sujetan ni tienen interés en la voluntad de Dios y deben ser expulsados, hasta que movidos por el Espíritu Santo, rectifiquen su actitud.

b) Por una conducta incorrecta: Cuando sucede que a pesar del tiempo en la vida cristiana, algún miembro de la iglesia vive desordenadamente, ya sea mintiendo, maldiciendo, emborrachándose, drogándose, defraudando en asuntos de negocios, robando o fornicando, etc., constituyéndose así en un malhechor y delincuente; la iglesia debe tratarlo como un asunto que amenaza su testimonio y que va en contra de las enseñanzas de Cristo.

A diferencia de las ofensas personales donde el asunto llega hasta la iglesia, si el hermano después de haber sido animado bíblicamente y amorosamente; pero con seriedad, a corregir su conducta, no lo hace; debe ser expulsado de la membresía en obediencia a la Palabra de Dios (Gálatas 6:1, 1 Corintios 5:9-13, 2 Tesalonicenses 3:6).

c) Por herejía o desviación doctrinal: Este es uno de los asuntos más riesgosos y dañinos para la iglesia, por lo que si un miembro se encuentra enseñando o fomentando cualquier doctrina que esté en contra de lo que la Biblia dice, se le debe reprobar fuertemente, y a menos que esté dispuesto a dejar de hacerlo, o aceptar la doctrina bíblica, debe ser expulsado de inmediato sin necesidad de someterse ante la congregación, antes de que contamine a otros, pues no debe permitirse que nadie enseñe algo que va en contra de la sana doctrina (Romanos 16:17, Tito 3:10).

Disciplinar a una persona hasta el grado de la expulsión, es una situación de mucha tristeza para la iglesia; sin embargo, cuando se hace necesario, todos debemos estar unidos en esta práctica, tal como una familia lo hace cuando un hijo rebelde está siendo corregido.

De especial atención es lo que Pablo señaló a los corintios en cuanto a disciplinar a un hermano, pues señaló: “…el tal sea entregado a Satanás…” (1 Corintios 5:5 comparar con 1 Timoteo 1:20), ya que toda expulsión implica que un hermano deja de estar bajo el cuidado y protección de la iglesia; ha despreciado sus normas y disciplina y por tanto, sus beneficios, tales como el compañerismo y la oración que de ella puede recibir.

Cuando la iglesia practica la disciplina, se espera que haya unidad en ella; pues aunque se trate de algún hermano muy amado; no debemos de caer en el error de pensar: “quienes somos nosotros para disciplinar”; pues es un mandato que se hace con la autoridad de Cristo (Mateo 18:20). La disciplina no se practica por falta de amor, sino porque se ama; así lo hace Dios (“Porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere” “Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo” ).

3) Lo que implica y trae la disciplina

Disciplinar implica que el hermano que está en esta situación, no puede participar de las decisiones de la iglesia o de la Santa Cena, pues este es un privilegio para quienes están en comunión con el Señor. Si a pesar de ser expulsado, el hermano desea asistir, no podemos evitar su presencia; pero a pesar de que nos duela, la Biblia nos enseña a no tener compañerismo con él (1 Corintios 5:11).

Cuando una Iglesia se preocupa por disciplinar, se puede esperar lo siguiente:

a) Que el hermano disciplinado sea quebrantado por el Espíritu Santo para arrepentimiento ante el Señor; cuando esto sucede y vuelve, debe pedir perdón a Cristo y a su iglesia, por no haberse sujetado a la disciplina de Dios y por haber manchado el testimonio de su cuerpo. La actitud de la iglesia siempre debe ser la de perdonar de inmediato al hermano, sin reproche alguno (2 Corintios 2:6).
b) Que los miembros de la iglesia tengan más respecto y amor el uno por el otro.
c) Que el mundo también llegue a respetar más a la Iglesia, y que almas se añadan a ella (Hechos 5:11-12, 1 Corintios15:58).