martes, 8 de febrero de 2011

COMPLETOS EN TODO

INTRODUCCIÓN

Hay aspectos de la vida cristiana que debemos de tener presentes con mayor regularidad, a fin de que nuestra vida cristiana sea próspera.

I. SER LLENOS DE LA VOLUNTAD DE DIOS (Colosenses 1:9)
“Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos,
no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento
de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual”

La petición de Pablo para los colosenses es que fueran “llenos”, es decir, que alcanzaran la plenitud, la totalidad de lo que Dios deseaba concederles.

La vida cristiana no es algo que debe quedar a medias, debe estar completa para que realmente podamos experimentar el poder de Dios.

¿De qué debían de ser llenos? La respuesta es: “…del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual” ¿Qué significa esto?

1. Que toda la voluntad de Dios se impusiera en su corazones
2. Que tuvieran tanta sensibilidad, que estuvieran tan a tono con Dios, que supieran todo lo que el Señor demandaba de sus vidas.

Es triste que haya cristianos que no sepan con precisión que espera Dios de ellos y que por eso se hayan estancado espiritualmente; cuando eso ocurre, se detiene la transformación espiritual y puede comenzar una terrenal, es decir, una que los haga parecer carnales y no espirituales; por eso Pablo exhorta diciendo: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2).

Cuando somos llenos de la voluntad de Dios, Él da “sabiduría e inteligencia espiritual”, es decir, la capacidad de conocer y comprender todo lo que tiene que ver con nuestra vida espiritual: “Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación” (1ª Tesalonicenses 4:7).



II. AGRADAR A DIOS EN TODO

¿Qué opina Dios de nuestra vida?

La Biblia nos habla de personas que estaban llenas de la voluntad de Dios y Él manifestó su opinión al respecto, dos casos sobresalientes son

1. Job. “Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?” (Job 1:8).
2. Moisés. “Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él. No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa” (Números 12:6-7)

Aunque pareciera una tarea imposible, siempre han existido personas dispuestas a vivir bajo la plena voluntad de Dios, el ejemplo de Job y Moisés nos motivan a creer que como personas comunes sí podemos llegar a un estado de obediencia plena.

Quizás el problema no es lo imposible que nos parece la tarea de consagración, sino que no hemos escuchado la exhortación de Dios: “Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo” (Isaías 1:16).

Hay ocasiones en las que cuando nuestra vida no se está lavando y limpiando del pecado, el Señor decide disciplinarnos por amor, por eso el autor de hebreos escribió: “Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo” (Hebreos 12:6).

Dediquemos al Señor toda nuestra vida para que su opinión sobre nosotros sea la de un verdadero hijo de Dios.


III. FORTALECERNOS CON TODO EL PODER DE DIOS
“…fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria,
para toda paciencia y longanimidad” Colosenses 1:11

El sentido de este texto es muy enfático y habla de algo pleno y completo, casi no se puede traducir con el énfasis y la fuerza original.

El deseo de Pablo era que los cristianos de Colosas tuvieran en Dios toda la fortaleza que se necesita para enfrentar las situaciones cotidianas de la vida, esa es la idea del original:

1. “Fortalecidos plenamente con el poder de su gloria, adquirirán una verdadera firmeza y constancia de ánimo” (El Libro del pueblo de Dios <1981>).
2. “y ser fortalecidos en todo sentido con su glorioso poder. Así perseveraréis con paciencia en toda situación” (La Biblia Al Día).

Dios quiere que estemos completos, que no nos falten las fuerzas en los momentos de crisis y que a través de estar completos en Él, salgamos victoriosos en todo, esto es lo que Pablo enseñó a los romanos cuando les dijo: “…en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Romanos 8:37).


CONCLUSIÓN

No nos conformemos con quedarnos a la mitad de nuestro crecimiento espiritual, estemos completos en todo, especialmente en aquello que tiene que ver con nuestra vida espiritual.